Por Cuba Impacto
Este miércoles 29 de septiembre el presidente de Ecuador,
Guillermo Lasso, declaró el estado de emergencia en todas las cárceles, como
consecuencia de una nueva masacre entre bandas rivales en una cárcel del
suroeste del país, en la que murieron más de un centenar de personas.
En una conferencia de prensa en Guayaquil el mandatario
ecuatoriano explicó que los informes daban cuenta de 116 muertos y casi 80
heridos, y que todos son detenidos. Estos últimos enfrentamientos, los más
mortíferos de este año, tuvieron lugar en el vasto complejo penitenciario de
Guayas, en Guayaquil, ciudad portuaria y centro comercial.
Asimismo el presidente Lasso declaró haber decretado un estado de
emergencia en todo el sistema penitenciario a nivel nacional, mientras que las
cárceles ecuatorianas han sido durante meses escenario de violencia recurrente
entre grupos criminales vinculados al narcotráfico.
De igual manera refirió que en Guayaquil estará a la cabeza del
comité de crisis encargado de coordinar las acciones necesarias para controlar
la emergencia, y se comprometió a garantizar los derechos humanos de todos los
involucrados.
Hay que señalar que en julio el Jefe de Estado ya había declarado
el estado de emergencia en las cárceles, tras la muerte de veinte presos en un
nuevo brote de violencia, a raíz de lo cual prometió un proceso de
reestructuración total del sistema penitenciario", lo que incluía el reemplazo
del director de la administración penitenciaria por un militar.
Por su parte la policía anunció que estaba nuevamente lista para
intervenir en la prisión debido a una alerta sobre posibles nuevos enfrentamientos
entre bandas criminales. Según el general Fausto Buenano, quien encabezó los
operativos para recuperar el control de los edificios, las víctimas sufrieron impactos
de bala y metralla de granadas, mientras que al menos seis de los presos fueron
decapitados.
De acuerdo con los expertos este nuevo motín es un recordatorio de
que la crisis carcelaria continúa en Ecuador, consecuencia de rivalidades asesinas
entre bandas de narcotraficantes vinculadas a los formidables cárteles
mexicanos de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación.