Por Cuba Impacto
En la noche del jueves 30 al
viernes 31 de diciembre la armada de indonesia rescató a más de un centenar de
refugiados rohingya que se encontraban en dificultad en un barco de madera. Inicialmente
indonesia quería empujarlos de regreso a aguas de Malasia.
La embarcación atracó poco
después de la medianoche en Lhokseumawe, en la costa norte de la provincia de
Aceh, ubicada en la isla de Sumatra, según informó un periodista de la Agence
France-Presse presente en el lugar.
En su mayoría mujeres y
niños, luego de desembarcar, los migrantes, fueron rociados con desinfectante y
trasladados a autobuses antes de ser llevados a un centro de capacitación
cercano, donde se les harán pruebas de detección del SARS-CoV-2 y otros controles
médicos antes de ser puestos en cuarentena durante diez días.
Recordemos que el miércoles Indonesia
había anunciado la decisión de albergar el barco por razones humanitarias,
luego de rechazar el desembarco de los refugiados el día anterior. A
continuación, las autoridades indonesias comunicaron que se les había
proporcionado alimentos, equipo y asistencia técnica para llegar a Malasia
después de haber reparado la embarcación.
Después de una reunión el
miércoles con funcionarios de la ciudad costera de Bireun, Yakarta revocó su
decisión y dijo que el barco de refugiados sería remolcado a la costa. Ya el
martes, Amnistía Internacional y el Alto Comisionado de las Naciones Unidas
para los Refugiados pidieron a las autoridades indonesias que permitieran la
entrada del barco.
De acuerdo con las autoridades
de Aceh, el plan inicial era devolver a los refugiados a Malasia, algo que
enfureció a los residentes de Bireun, donde un grupo de pescadores realizó una
protesta el miércoles exigiendo que las autoridades les permitieran atracar.
Además hay que tener en
cuenta que el barco rohingya, sobrecargado y con avería de motor, fue
descubierto el 25 de diciembre por pescadores. En las redes sociales habían
circulado fotos y un video, lo que generó un movimiento de solidaridad.
En 2020, cientos de
refugiados rohingya llegaron a Indonesia. La mayoría llegó posteriormente a
Malasia, donde más de 100.000 miembros de esta comunidad musulmana perseguida
en Birmania a menudo viven y trabajan ilegalmente.