En Australia, las grandes represas de los ríos
amenazan el futuro de estos animales que ya están en declive.
Por
Cuba Impacto
El
horizonte se oscurece un poco más para los ornitorrincos: estos singulares
mamíferos que habitan los ríos de Australia, ya en declive, están amenazados
por las presas que impiden que las poblaciones se mezclen y empujan a la
especie hacia la extinción. Un animal endémico de Australia, el ornitorrinco,
que es uno de los pocos mamíferos que ponen huevos, es considerado actualmente
por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) como
una especie "casi amenazada".
Según
estimaciones recientes, su población se ha reducido en un 50% desde la
colonización europea de Australia hace poco más de dos siglos. En cuestión: la
caza, la depredación por especies invasoras, la pérdida de hábitat y el cambio
climático que provocan sequías e incendios forestales.
Un estudio publicado esta semana en la revista "Communications Biology" advierte de un obstáculo adicional para la conservación de la especie: las grandes presas fluviales. Estas construcciones hidráulicas perturban los ecosistemas de agua dulce, en particular al limitar las migraciones de peces, y representan una amenaza "importante" para la biodiversidad, escriben los autores del estudio. Aguas arriba de las presas, los grandes embalses de agua expuestos al viento, estancados y profundos, agotan los recursos disponibles para especies acostumbradas a ríos dinámicos -con una biodiversidad más rica- como ciertos roedores acuáticos y ornitorrincos.
Major dams are found to disrupt platypus gene flow and dispersal, with higher genetic differentiation found across dams than along similar stretches of undammed rivers, indicating that they act as significant barriers to platypus movement.https://t.co/YiWPM2VQWu
— Communications Biology (@CommsBio) November 4, 2022
Los
mamíferos con pico de pato y patas palmeadas, que pasan la mayor parte del
tiempo en el agua pero también se desplazan por tierra, se ven tentados a
migrar para "recolonizar nuevos hábitats y reproducirse allí",
explica a la AFP el autor principal, José Luis Mijangos, de la Facultad de
Ciencias de la Universidad de Nueva Gales del Sur (UNSW). Especialmente porque
en Australia, la mayoría de las grandes represas (383 de 495) están ubicadas a
lo largo de las áreas de hábitat de los ornitorrincos.
Pero
aún necesitan poder cruzar estas barreras que los separan de sus compañeros que
viven en la orilla opuesta. Si bien ya se ha informado que algunos individuos escalan
pequeñas presas, no pueden cruzar las más grandes.
Aislamiento genético
El
biólogo y sus colegas tomaron ADN de 274 ornitorrincos que viven alrededor de
nueve ríos en los estados de Nueva Gales del Sur y Victoria. Cinco de ellos
contenían una gran presa de entre 85 y 180 metros de altura; cuatro no fueron
represados. Compararon genes y encontraron que las diferencias genéticas en
poblaciones separadas por represas fluviales eran entre cuatro y veinte veces
mayores que en poblaciones que vivían cerca de ríos cercanos sin represas.
Y al
estimar el número de generaciones de ornitorrincos nacidos desde la
finalización de cada presa, los autores descubrieron que esta diferenciación
genética aumentaba con el tiempo. "Esto sugiere que prácticamente ningún
ornitorrinco ha conseguido cruzar estas presas desde su construcción",
explica José Luis Mijangos. Como resultado, "las poblaciones están fragmentadas,
con oportunidades limitadas de migrar a hábitats más viables". Esta
fragmentación reduce el tamaño del grupo y el "flujo genético", es
decir, el intercambio de genes entre diferentes poblaciones relacionadas. Este
aislamiento genético continuado podría amenazar la supervivencia a largo plazo
de la especie, sobre todo al aumentar el riesgo de endogamia, que hace a las
poblaciones más vulnerables a amenazas como los brotes de enfermedades,
advierte el estudio.
¿Cómo
solucionarlo? Desarrollando estructuras que ayuden a los ornitorrincos a
escalar diques, o moviendo individuos entre poblaciones, sugieren los autores.
Solo alrededor de 30.000 individuos adultos habitan actualmente Australia,
según José Luis Mijangos.
Si
es tan importante conservar la especie es porque son "mamíferos
insustituibles, con una combinación de atributos únicos": además de ser
ovíparos, tienen formidables aguijones venenosos en las patas, un pelaje
biofluorescente, diez cromosomas sexuales en lugar de dos y pueden detectar a
sus presas por electrolocalización.