El gobierno australiano está tratando de asegurar "completamente" sus edificios eliminando los dispositivos de vigilancia fabricados en China.
Por Cuba Impacto
El
Ministerio de Defensa de Australia retirará todas las cámaras de vigilancia
fabricadas en China de sus edificios para garantizar que estén
"completamente seguros", anunció el gobierno el jueves. Los
funcionarios encontrarán y retirarán todas estas cámaras presentes en sitios
adscritos al Ministerio de Defensa, dijo el ministro, Richard Marles. “Esto es
algo importante que nos ha llamado la atención y lo vamos a arreglar”, para que
estos edificios estén “totalmente seguros”, explicó a la cadena nacional ABC.
Al
menos 913 de estos dispositivos han sido instalados en más de 250
establecimientos gubernamentales, según datos del legislador opositor James
Paterson, conocido por su postura contra el gobierno chino y quien aseguró que
estos lugares estaban infestados de “software espías”.
Además
del Ministerio de Defensa, también están equipados con estos dispositivos los
de Asuntos Exteriores y Hacienda, así como la Fiscalía General. El Australian
War Memorial, un extenso complejo de 14 hectáreas financiado por el gobierno en
Canberra, también ha confirmado que retirará una pequeña cantidad de cámaras
fabricadas en China por un "exceso de precaución".
Fabricantes en la lista negra
Las
cámaras en cuestión fueron fabricadas por las empresas Hikvision y Dahua, ambas
incluidas en la lista negra de Estados Unidos. Según el Departamento de
Comercio de EE. UU., las dos empresas han estado involucradas en la
"vigilancia" de la minoría uigur en la provincia china de Xinjiang.
En noviembre del año pasado, Washington prohibió la importación de equipos de
Hikvision y Dahua , citando un "riesgo inaceptable para la seguridad
nacional".
En
julio de 2022, 67 parlamentarios británicos pidieron al gobierno del Reino
Unido que prohibiera a los dos fabricantes. En junio de 2021, el exsecretario
de Estado de Salud, Matt Hancock, fue filmado por una cámara Hikvision, en
proceso de violar las normas sanitarias contra el Covid vigentes en ese momento,
lo que provocó su renuncia.
Hikvision
negó los cargos y dijo a AFP que sus productos "cumplen con todas las
leyes y regulaciones australianas aplicables y están sujetos a estrictos
requisitos de seguridad".
El jueves, Beijing acusó a Canberra de "hacer un mal uso de su poder nacional para discriminar y reprimir a las empresas chinas". Pero el gobierno de centroizquierda de Australia ha estado tratando de mejorar las relaciones con China desde que el primer ministro laborista, Anthony Albanese, llegó al poder en mayo pasado. En el punto álgido de las tensiones en 2020, China había impuesto altos aranceles a las principales exportaciones australianas.